A menudo ignorado pero de suma importancia en nuestra anatomía, el hombro desempeña un papel importante dentro del sistema locomotor. Se haya conformado por tendones, músculos y ligamentos, así como por la unión de sus tres huesos: clavícula, escápula y húmero.
José Francisco Aguiar, traumatólogo especialista en hombro en Irapuato, conoce a la perfección todas las enfermedades y dolencias que puedan afectar a dichos zona corporal, resaltando la manifestación del dolor como su síntoma más característico.
La presencia de rigidez y un movimiento limitado, son otros indicativos comunes.
Estos síntomas suelen ser producto de lesiones provocadas por agentes externos, como golpes o accidentes; y a menudo son el principal motivo por el que personas jóvenes, adultas y deportistas acuden a su consultorio.
Como articulación, el hombro nos brinda un amplio rango de movilidad, aunque no se encuentra exento de sufrir lesiones, (en especial cuando se practican deportes de modo asiduo). La complejidad de su anatomía le convierte en una zona tan vital como delicada. En la misma encontramos un gran número de articulaciones, cuya combinación nos brinda movimientos variados y orientados a diferentes direcciones.
Se compone principalmente por la clavícula, le escápula y el húmero. En cuanto a sus músculos, podemos encontrar los siguientes:
A lo largo del tiempo, el hombro es una de las partes corporales más expuestas al desgaste. Sus problemas más frecuentes se enlistan a continuación:
Siniestros como golpes o caídas, pueden producir fisuras en el hueso completo o parte de él, originando lo que se conoce como fractura. En este caso, solo un especialista podrá ayudar al paciente, recolocando los huesos en una posición óptima para su recuperación mediante la utilización de cabestrillo, terapia o cirugía.
A veces la cabeza del hueso del brazo puede moverse de sitio, separándose del hombro. La función del traumatólogo consiste en recolocar dicho hueso, para lo cual se servirá de un cabestrillo que mantenga el área lastimada en reposo. Con el fin de acelerar la recuperación, será necesario determinar una terapia física que fortalezca los músculos y restituya el movimiento.
Algunas personas jóvenes con luxaciones pueden requerir cirugía, en pos de prevenir otro desprendimiento del hueso en el futuro.
Hay dos tipos de artritis:
Esta última es la más frecuente y cuenta con síntomas característicos como dolor, rigidez e inflamación. Se desarrolla de forma gradual y tiende a agravarse con el transcurso del tiempo.
El único tratamiento disponible consiste en la ingesta de fármacos antiinflamatorios, como el ibuprofeno y las aspirinas.
Conocida también como esguince, surge cuando los ligamentos que conectan el hombro con la clavícula sufren un desgarre. Suele ocurrir a consecuencia de golpes fuertes o caídas, en las que el impacto recaiga sobre el punto de apoyo de la mano abierta. La solución consiste en guardar reposo y llevar una terapia física.
Cuidados adicionales como la aplicación de hielo y el uso de cabestrillo para mantener el hombro inmovilizado, complementarán la rehabilitación.
Se trata de una afección caracterizada por la inmovilidad. Esta puede ser originada por el uso escaso debido a diversos factores: enfermedades reumáticas, dolores crónicos, crecimiento del tejido o escasez del líquido que lubrica los movimientos del hombro.
El tratamiento de hombro congelado comprende una serie de medicamentos que aliviaran tanto la hinchazón como el dolor, aplicación de compresas calientes, inyecciones de cortisona, estimulación de nervios y músculos por medio de impulsos eléctricos, y desde luego, terapia física.
Solo en caso de no notar mejoría alguna, se recurrirá a la cirugía.
Se constituye por tendinitis y bursitis.
Los cuidados de la enfermedad consisten en medidas simples, como toma de ecografías, guardar reposo, aplicar hielo y practicar ejercicios de estiramiento con moderación. De manera adicional, el médico administrará medicamentos para combatir el dolor y la inflamación.
Solo los casos más avanzados ameritan cirugía, la cual ha de practicarse si no hay mejoría en un plazo de entre 6 y 12 meses
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La modernidad de sus instalaciones, en las cuales dispone de quirófano y laboratorio; le ha permitido trabajar en conjunto con las más sofisticadas opciones terapéuticas, por el bien de numerosos pacientes:
Ante la mayor parte de los dolores y problemas que afectan los hombros, es recomendable llevar a cabo cuatro acciones básicas:
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